El sábado 16 de octubre se inició con los sonidos “extremos”: Metal, Hardcore y Punk. Bandas de Ecuador, Perú y España fueron las invitadas internacionales. El espectáculo de Tenebrarum Filarmónico rebosó las expectativas y demostró que una banda local puede sonar internacional con mucho esfuerzo, qué sonido tan potente, con tanto cuerpo. Y el público, respondió muy bien a esta propuesta, el nivel de aceptación fue alto y todos, hasta no metaleros, se zollaron este espectáculo y reconocieron la virtuosidad tanto de la Orquesta Filarmónica como de Tenebrarum. Gaias Pendulum y Daycore deleitaron a los metaleros que “volearon” cabeza a más no poder. Y a la hora del Punk, el estándar de calidad y profesionalismo no bajó: las energías fueron subiendo gradualmente con cada banda que subía al escenario: Deserción y Nación Criminal sacaron la cara por la localía y, de paso, le quedaron sonando a más de uno que tal vez no los había escuchado. El punk contundente y el performance de Nación Criminal es un punto a favor de esta banda, que bien merecido tuvo el quedar fuera de concurso en las eliminatorias del festival. Los Suziox literalmente movió multitudes: el pogo era tal vez de cientos de personas, todos con sus manos arriba y gritando una a una de las letras políticamente incorrectas de “El güere”. Por alrededor de 35 minutos este fenómeno del underground punk calentó las energías para lo que se venía. IxRxA, la institución Punk por excelencia en Medellín, y me atrevería a decir que hasta en Colombia, puso a su batallón a corear una a una de las canciones de su setlist, que servía de abrebocas para la presentación de la noche, para el cierre con broche de oro, para lo que muchos estuvieron esperando toda la noche.
A eso de las 10:40pm sonó el primer acorde de guitarra de los españoles encargados de cerrar el primer día del festival. Reincidentes tocó alrededor de 80 minutos, donde sacó lo mejor de su repertorio para que los asistentes brincaran y cantaran a todo pulmón con sus canciones. A muchas personas se les hizo realidad el sueño al verlos en vivo en la ciudad, las caras de emoción aumentaban con el paso de cada canción. Pero todo espectáculo debe culminar, y la última canción de los españoles sonó faltando cinco minutos para la media noche.
Al pasar el primer día de este festival se pueden sacar varias conclusiones: la primera es que se confirma la acertada apuesta de combinar Punk y Metal, tumbando el estigma de que estas dos tribus urbanas no se pueden poner en el mismo espacio. La convivencia pacífica alrededor de la música es el mayor logro, es la razón por la cual la organización del festival puede estar orgullosa. La segunda de ellas es que Altavoz trabaja cada año para perfeccionar la dinámica interna del evento: los controles, aunque estrictos, se hacen con mucho respeto, la tarima giratoria optimizó el cambio de banda, que pasó de los inaguantables 25, 30 y hasta una hora, a entre 5 y máximo 10 minutos. Y la tercera, la calidad musical del festival cada vez crece más, cada vez es más rico en matices sonoros, cada vez se convierte en un festival que, además de hacerte vibrar, te invita a conocer nuevas propuestas sonoras, cosas que ni sabías que existías. El festival está muy pendiente de lo que está pasando en la música actualmente, y gracias al trabajo de curaduría musical que se hace para la selección del repertorio, se convierte en un reflejo de esto, en un parlante que difunde todos estos nuevos y cautivantes sonidos.
Altavoz, 75 mil voces conectadas para la vida, apenas se está escribiendo.
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